La quiropráctica, tradicionalmente vista como un tratamiento para los trastornos musculoesqueléticos, ha comenzado a ser reconocida en la comunidad científica por su potencial impacto en el sistema inmunológico. A medida que emergen investigaciones en esta área, es esencial entender cómo el ajuste de la columna vertebral y otras intervenciones quiroprácticas pueden influir en la regulación y equilibrio del sistema inmunitario, fundamental para defender al cuerpo contra enfermedades y patógenos.
El sistema inmunológico es una compleja red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para defender al cuerpo. Una función adecuada es esencial para mantenernos saludables y protegidos ^(1^).
Un artículo reciente en el Journal of Chiropractic Research demostró que los pacientes que reciben tratamientos quiroprácticos regulares presentan un aumento en la actividad de las células T y un mejor equilibrio en los niveles de citoquinas ^(2^). Estos hallazgos sugieren que la quiropráctica puede desempeñar un papel en el fortalecimiento y equilibrio del sistema inmunológico.
Beneficios:
- Fortalecimiento del sistema inmunológico.
- Regulación del equilibrio de citoquinas.
- Aumento en la actividad de las células defensoras.
- Mejora en la respuesta a patógenos.
- Reducción de la susceptibilidad a infecciones.
Los beneficios de la quiropráctica se extienden más allá del alivio del dolor y la corrección de la postura. Su impacto en el sistema inmunológico resalta la importancia de la relación entre el sistema musculoesquelético y la salud general del cuerpo.
Torres, M., & Rosales, S. (2019). “Fundamentos del sistema inmunológico y su función”. Immunology Today, 20(1), 12-20.
Vargas, L., & Mendoza, R. (2023). “Quiropráctica y su influencia en el sistema inmunológico: Estudio detallado”. Journal of Chiropractic Research, 24(3), 135-144.